Quim Monzó: formal y circunspecto, descarado y divertido
Por
años he procrastinado la lectura de sus libros. Hoy he podido por
fin entrar en la vida y obra del escritor más controversial de
Cataluña, y un gran cuentista. Entré en su mundillo para conocer
la razón de sus escritos: ¿Qué lo inspira? ¿Qué lo mueve?
Hacerlo ha sido fascinante. Por ser un escritor actual y conocido,
hay mucho material en internet: Entrevistas en los medios de
comunicación -que ha sabido utilizar favorablemente para
hacerse conocido - artículos de periódico, intervenciones en
programas de opinión en la T.V., además de sus comentarios en Twitter y
Facebook lo
convierten en un personaje polémico, amado y odiado al mismo
tiempo. Aunque la información sobre él es vasta -incluso se
puede leer algunos de sus cuentos en línea- conseguir sus libros en
Español en los Estados Unidos ha sido un contratiempo. La red del
bibliotecas del condado Miami-Dade,
cuenta con una copia única de su libro Guadalajara,
traducido al inglés. Las copias accesibles en e-books eran en
inglés y pienso que la traducción le restaba al texto, le quitaba
ese sabor y ese salero típico español. En Barnes
and Noble solo
encontré una copia del El
porqué de la cosas
en español, una colección de cuentos cortos escrita en 1993 y que
fue una delicia leer. El resto de los libros en Español que leí
fueron ordenados y obsequiados por mi amigo Oriol Tarridas desde
Barcelona, quien por cierto me había hablado de Monzó años atrás
y fue la primera persona que me recomendó su lectura. Trataré de
descubrir la personalidad del hombre, descifrar los temas que le
apasionan al escritor -explorar algunos de sus cuentos y relatos- y
revelar las influencias literarias para conocer más a fondo a
Joaquim Monzó.
Existen tres seres en un Quim Monzó: El hombre, el personaje y el
escritor. En una foto de su juventud vemos al joven Quim, de cabellos
ensortijados, mirando al lente de una cámara: desafiante,
descontento, rebelde. Hoy, además de su mirada, su actitud es
provocadora y sus ideas radicales. Lo he seguido en Twitter con la
intención de conocer su personalidad, al hombre detrás de la
escritura. Uno de sus temas predilectos es la independencia de
Cataluña. Es un gran defensor de la catalanidad. Orgulloso de sus
raíces. A veces muy formal y circunspecto, en otras descarado y
divertido, Monzó siempre devela un mordaz e inteligente sentido
del humor; en ocasiones negrísimo. Nunca insuficiente, nunca
pequeño, nunca sencillo. Es elocuente y con la ayuda de su vozarrón
y un par de tic nerviosos, es todo un espectáculo verlo y oír
hablar al personaje y para colmo, le gusta ser oído, se embelesa con
sus propias palabras. Dice lo que quiere, no importa las
circunstancias. Vocifera lo que odia y lo que ama. Es un
catalán de los que piensa que quedarse callado es de mala educación;
que todos deben conocer su pensar y su sentir. Considera que es deber
ciudadano el abrirle los ojos al lector o al público en materia de
política, economía y la monarquía española, a la que detesta con
pasión. Tiene un carácter soberbio, pesimista y se considera
obsesivo. En todos los medios exhibe su sarcasmo, su sinceridad
-grotescamente sincero-. Se burla de la ignorancia, de la realeza,
de lo cursi. Como personaje, pasa de lo sublime a lo ridículo y de
allí a lo tragicómico. Es un poco actor, un poco dramático, tal y
como en sus cuentos y relatos. Como escritor, es catalogado por la
crítica literaria como uno de los mejores cuentistas actuales. Monzó
se niega a encasillar su literatura; rechaza la idea de ser definido
como el escritor catalán del siglo, o del año. Piensa que es una
aberración que se clasifique a un escritor y menos que se le tilde
de "El mejor". "Puedo ser el mejor para algunos y el
peor para otros" agrega. Quim Monzó se considera solo eso, un
escritor.
Y lo es de toda índole. Escribe desde
artículos periodísticos, que aún redacta para el periódico La
Vanguardia de Barcelona, hasta cuentos y novelas. Además tiene la
visión esquemática de un diseñador gráfico; la intención
incisiva de un periodista y un guionista de televisión, y la certeza
del derecho de los ciudadanos a mantenerse informados de un
corresponsal de guerra. Fue compositor musical y traductor al
catalán, trabajos todos ellos que realizó antes de dedicarse por
completo al oficio de escritor y que en ocasiones condicionan esa
tarea. Pero por encima de todo Monzó es escritor de cuentos y
novelas, obras que han ganado el aprecio de la crítica literaria y
millones de seguidores alrededor del mundo. Sus títulos han sido
traducidos a veinte idiomas. No le gusta hablar de sus influencias
literarias, pero confiesa su predilección por la literatura
latinoamericana sobre todo de los argentinos Jorge Luis Borges y
Julio Cortazar y del español Guillermo Cabrera Infante. En ocasiones
menciona la influencia de la literatura de Kafka y Pere Calders otro
escritor catalán como él. De Cortazar y Borges hereda el juego de
palabras y el uso del tiempo y el espacio. De Calders hereda un
realismo histórico presente en sus escritos periodísticos. Se habla
también de la influencia surrealista de Buñuel en algunos de sus
relatos.
Los temas en la escritura de Monzó hablan de
la rutina, lo cotidiano, las relaciones disfuncionales, el amor, el
desamor, todo dentro de un mundo por lo general escéptico y
pesimista, pero siempre salpicado de humor irónico. En esencia
habla de la condición humana incluidas sus flaquezas, miserias y
aciertos. Monzó describe la creación de sus escritos como un
proceso de improvisación, sin un plan previo. Asegura que tira a la
papelera numerosos manuscritos que no funcionan. "Empiezo
a escribir un cuento sin saber adónde voy y me dejo llevar"
asegura que si tuviese que planear la escritura de un cuento de
principio al fin, no los escribiría". Monzó
opina y cree que el aire está lleno de cuentos. En la calle, en
todas partes. Su obsesión es ir desnudando la idea para darle la
forma de cuento. Dice
que la mayoría de las veces los cuentos salen a partir de la
escritura automática y termina donde nunca se hubiese imaginado.
Muchos de su relatos llevan al lector a un mundo familiar para
sorprenderlo con un acontecimiento sorpresivo, un hecho
desconcertante, como es el caso del cuento "Mi hermano", en
el que el protagonista se toma la tarea de vestir y mover el cadáver
de su hermano para que los padres no se percaten de su muerte. En
otro de sus relatos, "Vida familiar", nos adentra a una
familia donde la tradición familiar consiste en cortarle un dedo a
todos lo niños varones. Hay quienes opinan que sus cuentos son
fáciles de leer, pero difíciles de interpretar. De cualquier forma
el lector siente que el relato ha sido escrito en su lengua y lo
entiende y disfruta a su nivel. Sus cuentos cortos en el libro El
porqué de las cosas
son redondos, con un delicado y minucioso uso del lenguaje y de la
palabra correcta. No pierde el tiempo embelleciendo la narrativa. Es
directo, casi frió. Los cuentos que lo componen hablan nuevamente de
la cotidianidad, de las relaciones personales, de amantes
furtivos, de situaciones absurdas que se convierten en
hipérboles, bolas de nieve que se derriten al aproximarse el final o
nos impactan con un final inesperado. Son impredecibles. En El
porqué de las cosas
hay relatos fascinantes, algunos como el relato "Entre las doce
y la una" una supuesta conversación telefónica entre dos
amantes que comienza:
-¿Dígame?
-Hola. (Es
una voz de mujer.) Soy yo.
(El
hombre endereza el espinazo. Aplasta el cigarrillo contra el
cenicero que hay al lado del teléfono. Habla en
voz baja.)
-Te
he dicho mil veces que no me llames nunca a casa.
-Es
que...
-Te
he dicho que me llames siempre al despacho.
-¿Puedes
hablar?
-Claro
que no. Ya te imaginarás.
-¿Dónde
está... ella?
-En
el dormitorio.
-¿Nos....
te oye?
-No.
Pero puede entrar en cualquier momento...(1)
Y
continúa:
...(De
golpe el hombre sube el tono de voz.)
-Hombre,
yo más bien elegiría un coche que te asegurase mejor
rendimiento.
-¿Qué?
-Sobre
todo si tienes que hacer tantos kilómetros. (Se para un
momento.)
Sí. (Hace otra pausa.) Sí, ya lo entiendo. Yo, claro,
en
eso no sé qué aconsejarte. Pero me parece que lo que te
convendría
sería un coche con mucha más..., con mucha más...
Sí,
de acuerdo. Pero consume demasiado.
-¿No
puedes hablar?
-No,
claro.
-¿La
tienes cerca?
-Sí.
-¿Enfrente?
-Sí.
Pero ese modelo no tiene tanta diferencia de precio con los
japoneses.
Y los japoneses...
-Tú
con tu mujer enfrente y yo aquí, sentada sin saber qué hacer.
(Cada
vez más indignada.) Sin decidirme de una vez y acabar
con
esta desazón.
-Lo
ideal son cuatro puertas. Para vosotros, cuatro puertas.
-¿Ves
como no hay otra solución? Así no podemos seguir. No
podemos
tener ni una conversación civilizada...(12)
Según
los expertos las narrativa de Monzó ha cambiado. En la actualidad
trata temas más existenciales, más apegados a su realidad. La
muerte de sus padres ha marcado e influenciado su literatura.
Es un proceso de evolución, de transformación que lo lleva a
nuevas temáticas, a nuevas visiones personales y del mundo como en
su libro Mil
cretinos. No
puedo cerrar el capítulo de Quim Monzó sin mencionar sus artículos
periodísticos que forman parte esencial de su obra. Tiene un total
de seis recopilaciones de artículos publicados donde resalta su
fuerza analítica y argumentativa. Le escribe al hombre de la calle
de una manera directa, fácil de entender y nuevamente utilizando su
característico humor o sarcasmo. Ciertamente Joaquim Monzó ha
dejado una huella. Su personalidad más grande que un sol, la
temática de sus cuentos, que han ido evolucionando con los años y
tan a la vanguardia con los tiempos, además de los importantes
aportes e influencias de destacados escritores en su escritura, han
creado un híbrido difícil de imitar. Mis expectativas han sido
superadas. Quim Monzó rompió el molde del escritor y cuentista. Sus
historias están plagadas de imaginación, humor y leyéndolas
aprendo a reírme de mis infortunios.
Comentarios
Publicar un comentario