UN LIBRO ORDINARIO

Cuando mi buena amiga Gloria, quien trabaja en Books and Books comentó sobre el libro que està en boca de toda mujer y se vende como pan caliente por lo controversial de su contenido, sin duda quise leerlo y saber a qué venía tanta opinión contraria y encontrada.
Gracias a la magia de i-books, en sesenta segundos comencé el primer capítulo de 50 Shades of Grey de la autora inglesa E.L. James.

Es una historia encasillada como un romance y dirigida a un público joven. Cuenta la atracción recíproca de una pareja que inicia una relación. Él es Christian Grey, un billonario atractivísimo y complicado - no más dificil que cualquier otro hombre- polifacético, intenso, temperamental, intimidante, seductor, fascinante, seguro de sí mismo, de su atractivo físico, de su dinero.

Anastasia por otro lado, es una universitaria jovial, jocosa, ordinaria, insegura de sí misma, vulnerable, que se fascina de Christian y de todas sus excentricidades y a petición de él, se embarcan en una relación semi-sadomasoquista. Ana goza de su recién estrenada sexualidad, a pesar de las circunstancias o gracias a ellas. La escena de la pérdida de su virginidad es muy cruda, casi brutal. Pero en el resto del libro el sadomasoquismo es ligero, ¡light! entre dos adultos solteros y de mutuo acuerdo. Ninguna mujer fue maltratada durante la creación de este libro, debería decir en la portada. Nadie es forzado. Ambos se descubren y exploran. Ana experimenta y disfruta. Descubre que es multiorgásmica.

Sin embargo Christian quiere que Anastasia firme un acuerdo de confidencialidad y exclusividad como condición de la relación. La quiere como su esclava sexual. Ella lo piensa. Teme. Mientras esto ocurre, la relación entre ellos crece. Ella se enamora locamente de Christian, de su vida. Christian... no se sabe a ciencia cierta que quiere Christian de esta relación. Parece que es solo sexo, pero es especial con Ana, a pesar de que la domina, la sigue, la controla, lo hace de una manera muy seductora, también la complace, la sorprende y le hace regalos extraordinarios. Donde otros lectores ven a un acechador , acosador o un “control freak” yo veo pasión y deseo por esta mujer. Nunca la insultó verbalmente y cuando le infligía dolor físico, lo hacía con el consentimiento de Ana.

Puede ser que lo que hace a 50 Shades tan controversial es que a diferencia de otros libros o relatos, donde los encuentros sexuales son sugestivos, éste es explícito. No hay fade to black. No hay detalle que quede a la imaginación. Pero tampoco hay nada nuevo; nada que no se haya escrito o leido o visto antes.

Algunos alegan que lo que lo hace diferente es la accesibilidad a la literatura erótica sin restricciones. Ahora se puede leer en público en el celular, Ipad, y Kindle sin que nadie se entere. Pero, ¿será ésto suficiente para hacer a un libro tan, tan especial, tan controversial?


Entiendo que hay varias lecturas e interpretaciones. Algunos ven erotismo, otros ven porno. Algunos ven a un pareja haciendo el amor, otros la ven teniendo sexo. De hecho ésta es una de las diferencias más dramáticas en la trama y el punto de quiebre entre los personajes: ella quiere amarlo y él quiere follar "duro" según sus propias palabras. Ella lo desea y él no se dejar acariciar -algo relacionado con un trauma- Mi interpretación es que la quiere y no sabe expresarlo con palabras.
Yo lo amé en la historia.

50 Shades no es una joya literaria. Es una novela coloquial, escrita con simpleza y que le habla directo al lector. Es un Best Seller, así que no esperaba una obra maestra, y después de leer a Javier Marias, ya nada puede llamarse literatura tan ligeramente.
Las repeticiones no deliberadas de palabras y de frases empobrecen la narración. ¡Y son muchas!

Pero en el relato siempre sucede algo interesante. Hay una exquisita tensión sexual entre los personajes. Ana tiene un diálogo interno y otro externo: además de lo que nos cuenta, también leemos sus impresiones, pensamientos.
El intercambio de e-mails es fascinante, es como entrar en el correo electrónico de alguien y leer sus intimidades, sus secretos. Son muy provocativos, llenos de humor, de respuestas simpáticas e inteligentes. Pienso que le añade y no le quita al relato.

Así que, mujeres GROW UP! 50 Shades es un libro ordinario con una historia de amor y sexo corriente. Ésta en particular nos da alas, nos permite fantasear un poco, alejarnos de nuestra cotidianidad, de nuestra realidad y se lee en tres sentadas. Y que leer romance o erotismo nos de la motivación y el estímulo intelectual y emocional necesario para seguir leyendo -y escribiendo- lo que sea que deseemos leer -y escribir- sin tanto tabú.


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