MIMO


El fin de semana pasado fui al Upper East Side y comí en Jimmy's Diner, un restaurant sin pretensiones y donde los desayunos han sido la especialidad por cerca de 50 años. Decenas de camioneros se sientan en la barra; tres policías hacen un “coffee break”; unos ancianos hablan en murmullos; dos vegetarianos desayunan lechuga; dos artistas dibujan en una servilleta; un par de jóvenes se recupera del concierto de Ultra la noche anterior. Yo observo desde una esquina, mientras disfruto un club sandwich y  un café descafeinado.
La mesonera cubana se mostró desconfiada de mis preguntas y las anotaciones en mi Moleskine. El restaurant estaba lleno y ella muy ocupada para perder el tiempo conmigo. Sin embargo me informó por cuotas y cada vez que se acercaba a la mesa colaboraba un dato con el relato. Hoy en día el U.E.S. tiene, además de Jimmy, un abanico de opciones culinarias: desde tacos hasta sushi; desde cortaditos cubanos (.85 cents) :), hasta un Cinnamon Dolce Frappuccino café en Starbucks ($4.50). :(
Esta zona del norte de Miami estaba, hasta hace dos años, social y económicamente en decadencia. La demolición de edificios era pan de cada día. El área al sur del U.E.S. contaba hasta hace poco con una arquitectura muy particular que a la ciudad le importó poco proteger y fue derribada para darle paso a las torres de condominios de Mid-Town. Es difícil imaginar que durante décadas Biscayne Blv. fue un corredor de modernos moteles, locales comerciales y la única via de entrada y salida de Miami.
Sin embargo, con la idea de devolverle al U.E.S. su caracter, vigorizar el área, motivar la inversión comercial, recuperar y preservar las joyas arquitectónicas y detener el deterioro económico y social, varios residentes, apasionados del arte y amantes de la arquitectura, unieron fuerzas y crearon MiMo (Miami Moderno). Su primera batalla: designar a esta área histórica, lo que se logró en el 2007. Otro de los logros fue la recuperación y adopción del anuncio de Coppertone, que estuvo 15 años olvidado en la pared de un estacionamiento en Downtown Miami. El anuncio de la niña y su perro es un ícono de la ciudad.
Gracias al tour que hice con Antolín Carbonnel -residente, arquitecto y miembro fundador de MiMo- conocí joyas arquitectónicas que de otra manera hubiera sido difícil descubrir. Entre las calles 50 y 77 están las veinte muestras más resaltantes de la arquitectura moderna de finales de los 40 y 50. Las fachadas de los hoteles y sus anuncios con luces de neón son los ejemplos arquitectónicos más resaltantes, como el Hotel Vagabond.
Antolín muestra una esquina donde en los años 60 funcionaba una sucursal del club Playboy, con Hugh Hefner y todo. Se dice que el lugar solo atrajo prostitución y droga. Hoy en día muchos de los moteles que bordean Biscayne Bulevar y que han sido denominados históricos, no tienen muy buena reputación. También en un artículo publicado en el Biscayne Times, Antolín mismo nos relata la historia del prostíbulo más conocido en Miami y que se encontraba en la 54 calle.
La recuperación de MiMo ha sido trabajo arduo. Se siente la diferencia cuando se rueda por Biscayne y se llega allí. El ambiente es diferente; las tiendas, los anticuarios y los restaurantes son seguros y acogedores. Es mucho lo que se ha logrado con la dedicación y esfuerzo de MiMo y todos los que apoyaron este proyecto.
Al pagar la cuenta en Jimmy's, la mesonera apuntó hacia una foto colgada en la pared “los Bee Gees siempre venían pa`ca”. Ahora sí me encanta este lugar.









Comentarios

  1. Me encanta tu blog. Es una mezcla de amor y nostalgia por Miami, de energía por proteger su legado histórico y resignación por lo que fue imposible preservar.

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