La situación actual de la mujer


 

Las mujeres a lo largo de los años han obtenido  la igualdad necesaria para convertirse en seres productivos de la sociedad: Cuentan con los mismos derechos, las mismas oportunidades, iguales libertades civiles, laborales y deciden sobre sus vidas y sus cuerpos. Todo esto de la igualdad femenina está tan trillado, ¿verdad? Eso quedó atrás en el siglo pasado, en los años 60 y 70 con la quema de los sostenes y la liberación femenina, o un poco antes cuando la mujer obtuvo el derecho al voto al final del siglo XIX. Pero, vayamos a los hechos. Juzguemos por nosotros mismos. Analicemos la situación actual de la mujer en el mundo.
    Comencemos en España donde la ley del aborto, vigente desde 1985, fue abolida recientemente. Los derechos de la mujer embarazada a decidir sobre su cuerpo han sido abolidos de un plumazo. De esta manera, se atenta contra la salud de la mujer ya que se predice que se practicarán 50.000 abortos clandestinos. En África, violadores sexuales son sentenciados a cortar el césped. Esa fue la sentencia: labor de jardín; una muy ligera para castigar un delito denigrante que afecta la salud física y emocional de la mujer y con la que se demuestra una clara desigualdad ante el sistema judicial. Hoy aún están secuestradas cientos de niñas en Nigeria, donde un grupo radical las mantiene cautivas evitando que se eduquen, crezcan, progresen, salgan de la pobreza y se liberen del yugo que domina sus vidas. Y es que las mujeres en algunos países no cuentan con derechos. Por ejemplo, en Arabia saudita a las mujeres no se les permite manejar, salir en público, asistir a eventos comunitarios ni ser vistas sin el atuendo llamado burqa que cubre sus cuerpos. En la China y la India, las mujeres sufren discriminación incluso antes de nacer. Las hembras no son deseadas y son desechadas. En los países musulmanes y África las niñas son obligadas a sufrir las torturas más bárbaras como la práctica de la mutilación clitórica o la plancha de senos en nombre de la tradición, la religión y de la virtud. Otra evidencia más de la violación de los derechos humanos. En Afganistán las niñas de 6, 8, 10 años son obligadas a contraer matrimonio con hombres que las cuadruplican en edad y los mismo trata de implementar Irak contemplando la aprobación de una ley que permita casar a niñas a partir de los 8.8 años de edad. Vale la pena recordar que estos tres últimos ejemplos suceden bajo la complicidad de la familia, madres y abuelas sujetas a tradiciones arcaicas. Y ¿quién puede olvidar a Malala? Le dispararon porque luchó por asistir a la escuela, recibir una educación y porque exhortó a otras niñas a hacer lo mismo.
   Vamos a Latinoamérica. Uno de los problemas más grandes en los países latinos es la violencia doméstica. En muchas naciones las mujeres son propiedad del hombre y mueren cuando luchan por su independencia. El feminicidio es el pan de cada día. En otros países las niñas no tienen la oportunidad de educarse. En todos estos casos está presente la desigualdad social, cultural, económica, la violación de los derechos de la infancia, de la integridad y del respeto hacia la mujer.
Por suerte en Estados Unidos no existe ese problema.  ¿O sí? En E.E.U.U. las mujeres no sufren discriminación, ni desigualdad, ni feminicidio y cuentan con plena libertad de decidir sobre cuestiones de salud. En realidad, las mujeres en Estados Unidos tienen cada día menos derechos sobre su cuerpo, pierden el derecho a decidir sobre sus sexualidad y el derecho a escoger o decidir sobre el aborto y el uso de anticonceptivos. ¡Hasta el derecho y el placer de amamantar a sus hijos está en peligro de ser ilegal! No es ningún secreto. Está ahora mismo en las noticias. En América las mujeres son apresadas por amamantar a sus hijos en público; son acosadas sexualmente en escuelas y universidades; son violadas en el servicio militar.
    Las revoluciones de finales del siglo X permitieron  avances importantes, entre ellos el

derecho al voto. La revolución femenina de los años 60 impulsó beneficios jurídicos, de tipo laboral y libertades personales importantes. En la actualidad varias mujeres han sido elegidas presidentes en Latinoamérica, además de otras muchas en posiciones de autoridad e influencia. Pero aún hay un largo camino que recorrer, hay mucho que enseñar y mucho que aprender. Qué no se crea que las mujeres han conseguido su verdadera igualdad. Qué no se piense que ha sido un éxito rotundo. Las mujeres necesitan que la sociedad se eduque. La educación, la información y el conocimiento de la situación actual de la mujer en el mundo son solo unas pocas herramientas para crear conciencia y erradicar la discriminación, promover la justicia, la igualdad y remontar los obstáculos que atentan contra el futuro, la salud y la vida de las niñas y las mujeres del mundo.

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